La violencia de género afecta o afectará a una de cada tres mujeres en el mundo a lo largo de su vida según datos de la Organización Naciones Unidas. Las formas “más visibles” de violencia e incluso aquellas de las que más escuchamos hablar son la violencia física y sexual. Sin embargo, existen otros tipos de violencia: simbólica, económica, psicológica, son algunas de ellas. 

Al momento de aconsejar al entorno de una persona que vive violencia de género, se recurre a la noción de primera escucha. Nos referimos a una escucha activa, con empatía sobre la situación que está viviendo y sin juzgarla. Es una instancia clave que puede también hacerse de manera virtual. Conversamos con Ada Rico, presidenta de la Asociación Civil La Casa del Encuentro y Directora del Observatorio de Femicidios en Argentina “Adriana Marisel Zambrano”, activista y luchadora por los derechos de las mujeres, niñas, niños y personas trans, desde una perspectiva integral de los Derechos Humanos contra toda forma de violencia, abuso y discriminación. 

¿Qué es la primera escucha? ¿Cómo se hace de manera correcta?

En general llamamos primera escucha a un conjunto de eventos, experiencias y disposiciones que ocurren sincrónicamente y que tienen que ver con un contacto entre una persona que está en situación de violencia con otra que se pone a disposición para acompañar, orientar y asesorarla. Esta primera escucha es clave porque construye un puente entre esas dos personas y, como toda construcción, requiere confianza de ambas partes. 

En relación a la violencia de género, la primera escucha requiere de ciertos elementos clave para poder construir un espacio seguro. Por parte de la persona que se acerca a relatar la situación de violencia en la cual se encuentra, se requiere la voluntad y el deseo de compartir lo que le está sucediendo. Si no existe esa voluntad, entonces el espacio no se puede construir. Por otro lado, de parte de la persona que escucha es necesaria la empatía, la promesa de confidencialidad y una actitud libre de juicio. Entre ambas personas deben garantizar la privacidad y el respeto, para que pueda nacer la confianza en el vínculo. Una herramienta necesaria además es el conocimiento de espacios de derivación especializados para que la persona en situación de violencia pueda recibir un acompañamiento óptimo. 

¿Por qué es importante que exista la primera escucha?

Porque la construcción de redes y espacios seguros son fundamentales para el acompañamiento a personas en situación de violencia, dado que permiten una apoyatura clave en la salida del ciclo de la violencia. Es imprescindible que la escucha sea adecuada, que no se revictimice y que se pueda brindar la información precisa según lo que ella solicite. 

¿Cuál es el proceso para que una persona salga de una situación de violencia de género?

No hay un proceso único y cada persona realiza su propia trayectoria para la salida. Lo que sí podemos promover son ciertos recorridos y ayudar a construir una caja de herramientas para que esa persona pueda tenerla a disposición a medida vaya haciendo su proceso. 

Es importante recordar que, así como el ciclo de la violencia fue instalándose progresivamente, la salida de la situación de violencia también es un proceso progresivo. Pretender resultados inmediatos, sostenidos y durables a partir de la primera escucha puede generar falsas expectativas tanto en la persona que relata su situación como en aquella que escucha, lo que lleva a frustración y desgaste del vínculo. 

¿Con qué herramientas cuenta una persona que está en una situación de violencia?

Las herramientas son variadas, según cómo se haga el relevamiento. Están las que tienen que ver con los recursos internos y/o personales de la persona en situación de violencia, tales como sus redes y su posibilidad de apoyarse en otras personas. Otras tienen que ver con acceso a recursos externos, ya sean económicos, materiales o simbólicos. En todos los casos se puede trabajar sobre los recursos que la persona posee y cómo obtener otros recursos necesarios. 

Más allá de lo que se evalúe particularmente en cada situación, existen diversos recursos gratuitos de acompañamiento que siempre vale la pena tener presentes ya sean estatales o de la sociedad civil. Además de recursos generales de asesoramiento y acompañamiento a nivel nacional, como lo es la Línea 144, en general cada provincia y municipio tienen sus propias áreas de abordaje de la violencia, que ofrecen acompañamiento psicológico, social y legal. Hay múltiples ONGs y asociaciones civiles, como La Casa del Encuentro, que también brindan espacio de acompañamiento y escucha, grupos de ayuda mutua y apoyo, y asesoramiento en general. 

¿Qué recomendarías a alguien que quiere acompañar a una persona que vive violencia de género? 

En primer lugar, es importante adoptar una postura de acompañamiento, no de protagonismo. Es fundamental siempre respetar las decisiones de la persona en situación de violencia, dado que ellas son quienes pueden juzgar adecuadamente con qué recursos cuentan, cómo es la situación en profundidad y cómo salir sostenidamente de ella. La persona que acompaña puede brindar recursos, orientar y ponerse a disposición. 

Es necesario también adoptar una distancia óptima para el acompañamiento, donde se pueda escuchar y acompañar sin que eso genere un desgaste muy profundo para quien escucha. Las situaciones de violencia en general manifiestan un alto voltaje emocional, por lo que involucrarse muy personalmente en la situación generaría angustia y dificultad para poder orientar desde una perspectiva libre de prejuicio. Por ello, la distancia óptima implica incluir factores de organización del tiempo (por ejemplo, que la consulta o el espacio de escucha sea de una duración especificada con anterioridad), establecer canales de contacto claros (por ejemplo, sólo al teléfono laboral y no personal) y poner en relieve los límites de ese espacio (por ejemplo, los horarios de contacto posible y los alcances del acompañamiento), entre otras cosas. 

Por otro lado, es importante conocer las propias limitaciones a la hora de acompañar. Si no se cuenta con los recursos o el conocimiento necesarios para asesorar en cuestiones psicológicas o legales, es preferible derivar a un espacio especializado donde se pueda asesorar a la persona de forma pertinente. 

 

TELÉFONOS DE CONTACTO

  • Podés comunicarte con el 144 para que te informen y asesoren las 24 hs del día desde todo el país.
  • Si no podés hablar, enviá un Whatsapp al 1127716463 o escribí por mail a linea144@mingeneros.gob.ar.
  • Si estás o está en emergencia, llamá inmediatamente al 911 o al número de la policía de tu localidad.

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