Durante la cuarentena, los femicidios no cesaron y los llamados a las líneas de ayuda aumentaron.
El hogar sigue siendo un lugar de riesgo para muchas mujeres y hoy, más que nunca, el rol de los vecinos y vecinas puede salvar vidas.

El aislamiento social preventivo y obligatorio prendió la luz de alerta: ¿Cómo sería el transcurrir de este aislamiento para aquellas mujeres que ya vivían violencia en el ámbito doméstico? ¿y el de aquellas mujeres que ya vivían cierto aislamiento social por parte de su agresor?

Los datos fueron contundentes:  durante los primeros 42 días de aislamiento se cometieron 36 femicidios, y el 65% ocurrió dentro de los hogares, según datos de la Asociación Civil La Casa del Encuentro. La línea 144 del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad aumentó en un 39% sus consultas. 

Se volvió aún más urgente pensar cómo llegar a esas mujeres durante este tiempo tan distinto. Desde el Estado, comenzaron a reforzarse las líneas de ayuda y se tomaron medidas de emergencia para acompañarlas. 

Pero sabemos que el compromiso individual también es urgente. ¿Por qué? Porque al estar en nuestras casas 24/7, empezamos a notar sonidos y situaciones que antes no. Pero para pasar del escuchar a hacer algo, había que enfrentar un gran mito, que nos han repetido y hecho creer: “No te metas”.

ROMPAMOS CON EL “NO TE METAS, ES UN TEMA DE PAREJA”

Nos repitieron tantas veces “no te metas, no es asunto tuyo” que hemos desarrollado al máximo nuestra capacidad de callar frente a situaciones que nos hacían ruido.

Me meto porque mi silencio naturaliza y convalida.
Más de una vez nos quedamos pensando: ¿debería haber dicho o hecho algo? Vimos peleas a los gritos, situaciones incómodas, chistes que no son graciosos, reclamos inadecuados.
Romper con el «no te metas» no es fácil. Tenemos que aprender a dejar de mirar a otro lado, entender que no es un problema de temperamentos. 

Meterse es dejar de callar. Cada vez que callamos naturalizamos que eso que sucedió está bien. Tenemos que dejar de mirar al otro lado. Nuestro silencio no ayuda. 

¿Sabías que, durante la cuarentena, el 63% de los femicidas eran parejas y ex-parejas?
Nos han educado para pensar que lo que pasa en casa es de índole privado y que allí nadie más que la familia puede intervenir. Si bien es importante proteger la intimidad de todas las personas, ningún acto o situación de violencia es asunto privado.

Me meto para hacer visible.

Hoy más que nunca que nos encuentra a todos y todas en casa, meterse puede cambiar la vida de alguien.

¿Pero cómo puedo “meterme” de manera respetuosa, adecuada y cuidándome?

  • Si viste una situación que te generó preocupación, preguntale en ese momento o al rato, con un mensaje o llamado: “¿Está todo bien?”. 
  • ! De acuerdo con la intensidad del episodio, puede ser que necesites llamar al 911 para pedir que asistan al lugar e intervengan.  

Tal vez en ambos casos, la respuesta sea: “No fue nada”.  Pero vos diste el primer paso para visibilizar una situación violenta: hacerles saber que alguien escucha.  

ME METO BIEN: ¿CÓMO PUEDO ACOMPAÑARLA A ELLA?

Me meto estando cerca, para acompañarla.

Una mujer que está viviendo violencia de género muchas veces no sabe cómo empezar a contarlo. A veces, desde afuera, notamos signos de violencia antes que ella misma. Otras veces, sabe que lo que le pasa no está bien, pero no sabe qué hacer, tiene miedo o vergüenza. Hay mucho que podés hacer desde tu lugar, de amigo/a, vecino/a, familiar.  Vos podés realizar la PRIMERA ESCUCHA, aún de manera remota durante al aislamiento.  

?? Empezá por escuchar atentamente. La primera escucha tiene que ser activa y constante, incluso cuando cambie de tema y hablemos de otra cosa.
?? SIEMPRE CREELE. Otros podrán juzgarla de exagerada o minimizar lo que le pasa.
?? Hacele saber que estás, aunque sea con un “buen día”, incluso si hay días que parece no querer hablar.
?? Preguntale si podés ayudarla con algo o qué necesita.
?? Dale tiempo y respetá su autonomía.
?? Dale fuerzas, ánimo y demostrale cariño. Es importante que se sienta acompañada, querida y respetada.

¿Qué NO hacer?

?? No preguntes “¿qué pasó?” o “¿qué hiciste?”.
?? No hables mal de él. Tal vez no esté lista para escucharlo y tal vez todavía le tenga afecto.
?? No te ofrezcas a arreglar las cosas por ella.
?? No le ofrezcas estar disponible 24 hs. Hay personas que se especializan en acompañar a mujeres que viven violencia.
?? No le digas qué hacer ni tomes decisiones por ella.

Me meto con información válida y comparto los recursos especializados.

Si ella se animó a contarte su situación, ofrecele recursos para pedir ayuda.

? Puede llamar al 144, para orientación y asesoramiento profesional y personalizado a su ubicación y situación. También podés comunicarte por WhatsApp al 11-2771-6463 o por mail al linea144@mingeneros.gob.ar.

? Es un método gratuito, anónimo y nacional que funciona los 365 días del año las 24 hs.

Acuerden que, en caso de emergencia, te envíe su ubicación dando a entender que está en riesgo, en cuyo caso llamarás al ? al 911.


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